Descripción
Su sabor, aroma y presencia los convierten en productos de la alta gastronomía española con infinidad de posibilidades para una buena mesa.
Su elaboración es minuciosa y compleja, sin dejar atrás los métodos artesanales de muchos años de experiencia.
Una vez perfilado el jamón, tiene lugar el proceso de salazón en función de su peso. Dependerá de este proceso la curación de la carne y su sabor final.
Una vez completado, tiene lugar el secado cuya finalidad es que las piezas se conserven en periodos aproximados de entre 4 y 5 meses con unas condiciones de temperatura y humedad constante para que la curación sea la mejor posible.
Finalmente, dejamos que las piezas se curen de forma natural en secaderos y bodegas, lugares reservados para finalizar la curación a temperatura ambiente. Este proceso es más largo y delicado debido a que es en este momento cuando la grasa se infiltra y se obtienen los aromas y sabores que se aprecian en el producto final.